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¿Drogas auditivas? Un fenómeno ignorado

¿Conoces las drogas auditivas? Posiblemente la pregunta te suene extraña, ya que las drogas suelen ser consumidas por medio de pastillas o infusiones. Desafortunadamente, con el constante avance de la tecnología, se ha logrado crear sonidos que emulan las sensaciones que generan drogas como la cocaína o la marihuana.

Con solo tener una computadora, un reproductor de música o el mismo teléfono celular y usar unos audífonos, cualquier persona puede consumir este tipo de droga y volverse rápidamente en un adicto.

En poco tiempo, las drogas auditivas se han convertido en una industria, ya que se ha comercializado en internet el software I-Doser,  un programa diseñado para incentivar en el cerebro ciertas sensaciones similares a las que producen las drogas, pero sin la necesidad de consumir pastillas o inyectarse. Además de ser un software, I-Doser puede proporcionar a los adictos una serie de discos con pistas diseñadas para emular el efecto de una droga determinada. Todo esto con sólo pagar entre 5 y 30 dólares, aunque también se ha observado que varios usuarios las han conseguido de manera gratuita.

Entre las drogas auditivas que pululan en Internet se encuentran “LSD”;  “Heroína”; “Opium”; “Valium”; “Cocaina”; Marihuana; Éxtasis” y “Oxym”, las cuales, como su nombre indica, emulan las sensaciones que producen las drogas reales.

¿Cómo funcionan las drogas auditivas?

Las drogas auditivas funcionan de la siguiente manera: el usuario descarga la aplicación a su computadora, teléfono inteligente o reproductor de música portátil.  Inmediatamente, el usuario selecciona la pista que quiere escuchar, se coloca los audífonos y deja que la pista se reproduzca. En el transcurso de la pista musical, el individuo se encontrará relajado y experimentará las sensaciones que produce los sonidos de la pista.

Las drogas auditivas llegan a una zona llamada mesolímbica, que controla las emociones y provoca estados como de alegría, tristeza, relajación

Para varios expertos, las pistas reproducidas emulan la sensación de placer y euforia debido a que transmiten una serie de ondas, las cuales estimulan las zonas del cerebro que se encargar de regular las emociones. Al respecto, Citlali Melgarejo, subdirectora de Prevención de Adicciones del Instituto de Asistencia e Integración Social de la Ciudad de México, señala que las drogas auditivas llegan a una “zona llamada mesolímbica, que controla las emociones y provoca estados como de alegría, tristeza, relajación, que son comparadas a las que causan las drogas”.

Desgraciadamente, al igual que las drogas normales, las drogas auditivas pueden provocar que los usuarios padezcan mareos, dolores de cabeza e, incluso, tener convulsiones y permanecer en estados de trance, provocando su muerte.

Para José Antonio Venegas, reconocido neurólogo, considera lamentable que las nuevas tecnologías sean usadas para la producción de las drogas auditivas. Asimismo, considera grave que todavía no se haya atendido a cabalidad los efectos nocivos que puede suscitar el consumo de estas drogas, “de que hay daño, hay. Lo que no conocemos es el grado, pero lo mismo pueden causar epilepsia como un infarto”, reconoció Venegas.

Sin lugar a duda, la llegada de las drogas auditivas abre un nuevo frente en el cual la comunidad médica debe de estudiar y atender, ya que con una simple pista musical, se pone en riesgo la vida de una infinidad de personas.

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