Aprendiendo a Meditar

 

Relajación a través de la Meditación

La mayoría de las personas tratan de tener momentos de meditación a través de una relajación consciente; quizá en un ejercicio de clase, antes de un examen o de cualquier otra situación que requiera de la máxima tranquilidad posible. En la práctica de la meditación, el esfuerzo se centra por completo en la respiración y la relajación, para de esa manera despejar la mente: el resultado es paz, serenidad, calma y una sensación de apertura en el interior.

Meditación para la Vida

El mundo actual es el rápido, emocionante, exigente y algunas veces aterrador. De cualquier perspectiva desde la que se analice, el día a día puede generar en las personas sensaciones negativas como el estrés, la ansiedad y la preocupación.

¿La solución a esto? No existe una píldora que ayude a parar todo lo que sucede en el exterior: la respuesta, entonces, está en el interior, en cada persona. Y una de las mejores maneras de entrar en contacto con la parte interna es la meditación.

¿Qué Esperar de la Meditación?

La meditación puede llevar a las personas a experimentar una serie de respuestas emocionales que varían en cada caso, pero que siempre tienen como guía la liberación de la mente y la paz interior.

Algunas personas lloran, otras sólo permanecen quietas; no existe una línea definida de cómo se debe reaccionar durante la meditación, pero es un hecho que ésta siempre llevará a las personas a un estado de paz interna y relajación total.

Respiración en la Meditación

La primera etapa de la meditación es dejar las distracciones y hacer que la mente sea más clara y lúcida. Esto puede ser logrado por una simple práctica de meditación, la respiración. Se elige un lugar tranquilo para meditar y sentarse en una posición cómoda, ya sea en la tradicional postura de las piernas cruzadas o en cualquier otra posición que resulte cómoda, incluso en una silla. Lo más importante es mantener la espalda recta para evitar que se genere una sensación de sueño.

Se cierran los ojos y se centra la atención en la respiración; ésta debe ser normal, de preferencia siempre a través sólo de las fosas nasales. Lo más importante es tratar de concentrarse en la exclusión de todo lo demás.

Habrá una gran tentación de seguir los diferentes pensamientos que vayan surgiendo, pero se debe resistir y permanecer centrado sólo en la sensación de la respiración. Si de pronto se cae en cuenta de que la mente está pensando en otras cosas, se debe repetir el proceso tantas veces como sean necesarias para escuchar sólo la respiración.

Beneficios de la Meditación

Si se practica con paciencia, poco a poco los pensamientos se distraen y calman, por lo que se podrá experimentar una sensación de paz interior y relajación. La mente se sentirá lúcida y espaciosa, y habrá una sensación de frescura.

De manera similar, cuando el flujo incesante de los pensamientos se distrae hay que tranquilizarlo a través de la concentración en la respiración y permanecer en ese estado de calma mental durante un tiempo.

Aunque la respiración en la meditación es sólo una etapa preliminar, puede ser muy poderosa.

La tensión que normalmente proviene de la mente, así como muchas otras condiciones que atormentan a las personas cada día, es causada o agravada por el estrés. Pero practicar la meditación durante diez o quince minutos cada día puede ayudar a reducirlo.