Estrés
anorexia Existen algunas personas que pueden mostrar un umbral de tolerancia al estrés más elevado que otras

Introducción

Un poco de presión puede resultar muy productiva: te da motivación y te ayuda a realizar de mejor manera tus actividades diarias. Sin embargo, demasiada presión o períodos prolongados bajo este factor pueden generar estrés, el cual es sumamente perjudicial tanto para la mente como para el cuerpo.

Cada persona reacciona de forma diferente al estrés. Existen incluso algunas que pueden mostrar un umbral de tolerancia más elevado que otras; pero el estrés es siempre se manifiesta a través de consecuencias que entorpecen el desarrollo físico, mental y emocional del individuo.

En ciertos países, la ansiedad y la depresión son los problemas de salud mental más comunes, y en la mayoría de los casos éstos son causados por el estrés. Existen además estudios que sugieren que una cuarta parte de la población tendrá un problema de esta índole en algún momento de su vida.

El estrés y los químicos naturales

Cuando tu cuerpo se enfrenta a situaciones de presión –ya sea laboral, sentimental o de cualquier otro tipo-, tu cuerpo libera sustancias químicas, incluidos el cortisol, la adrenalina y la noradrenalina. Éstos ayudan al cuerpo a hacer frente a dichas situaciones; sin embargo, existen momentos en los que las reacciones naturales del cuerpo no alcanzan y es imposible evitar los efectos de la presión externa y, en consecuencia, del estrés.


En estos casos, las sustancias producidas naturalmente por el cuerpo no son utilizadas por el organismo, lo cual puede resultar en una acumulación de adrenalina y, como consecuencia, en un aumento de la presión sanguínea, el ritmo cardíaco e hiperhidrosis. Por su parte, una segregación de cortisol no aprovechada impide el óptimo funcionamiento del sistema inmunológico y desata la liberación de grasa y azúcar en tu sangre.

Complicaciones

Si el estrés se prolonga o intensifica, podrías estar desarrollando alguna otra condición negativa, como:

Estas condiciones también pueden conducir al desarrollo de otros graves problemas de salud. Por ejemplo, la presión arterial elevada o hipertensión puede hacerte propenso a desarrollar enfermedades del corazón o sufrir un derrame cerebral.

Síntomas

El estrés afecta a cada persona de diferente manera, por lo que se puede manifestar de diferente manera:

Las sustancias químicas que se liberan por tu cuerpo como resultado del estrés pueden acumularse y, con el tiempo, causar diversos malestares mentales y físicos, como los que se enumeran a continuación:

Síntomas mentales

  • * Ira
  • * Depresión
  • * Ansiedad
  • * Cambios bruscos de humor y comportamiento
  • * Antojos de alimentos
  • * Falta de apetito
  • * Llanto frecuente
  • * Dificultad para dormir
  • * Sensación de cansancio
  • * Dificultad para concentrarse

Síntomas físicos

  • * Dolores en el pecho
  • * Estreñimiento o diarrea
  • * Calambres o espasmos musculares
  • * Mareos
  • * Desvanecimientos
  • * Compulsión por morderse las uñas
  • * Ataques nerviosos
  • * Hiperhidrosis
  • * Dificultades sexuales como la disfunción eréctil o la pérdida del apetito sexual
  • * Dificultad para respirar
  • * Dolores musculares

Si has experimentado algunos de estos síntomas durante un largo período de tiempo, podrías estar en riesgo de desarrollar problemas como presión arterial alta, la cual puede causar ataques al corazón e incluso un derrame cerebral.

Causas

El estrés, al manifestarse de diferentes maneras y a partir de diferentes causas en cada individuo, no está relacionado completamente con algún motivo específico. Sin embargo, existen varios factores que pueden llevar a él y desencadenar sus síntomas en el organismo. Algunas de estas causas son:

  • * Presiones económicas
  • * Presiones laborales
  • * Relaciones personales
  • * Pérdidas o duelos
  • * Problemas familiares
  • * Cambios radicales en cualquier ámbito de la vida diaria

Diagnóstico

Tu médico de cabecera es capaz de diagnosticar el estrés a partir de los síntomas que presentes. Sin embargo, es posible verificar que no se trate de algo más complejo a través de pruebas de orina, sangre o evaluaciones físicas generales.

Además, un diagnóstico de estrés puede estar apoyado en información obtenida a partir de una entrevista médica en la que se hable de tu historia clínica familiar y tu vida personal.

Tratamiento

Muchas personas se rehúsan a pedir ayuda cuando se sienten mal, ya sea por sentirse avergonzados o sobrevalorar su capacidad para lidiar con un “simple” problema de estrés.

Sin embargo, es importante que al presentar cualquiera de los síntomas ya mencionados se hable con un especialista, especialmente si éstos interfieren con tu vida diaria.

El estrés puede manifestarse de diferentes maneras y a partir de diferentes causas en cada individuo

Asesoramiento

Debes hablar con tu médico de cabecera si sientes que estás estresado y bajo demasiada presión. El podrá recomendarte tratamientos, tales como la terapia psicológica o el asesoramiento personal, mismo que implica hablar con alguien acerca de una serie de cuestiones, tales como las causas de activación de tu estrés. De esta manera, podrás encontrar maneras de lidiar con el estrés y sus efectos.

Medicación

Si el estrés está causando que te sientas ansioso o deprimido, e interfiere con tu funcionalidad y capacidad para vivir, tu médico estará en posición de prescribir medicamentos para tratar estas condiciones.

En casos de depresión causada por estrés, el médico puede optar por antidepresivos, los cuales funcionan al entrar en contacto con los neurotransmisores en el cerebro. Cuando estás deprimido, algunos neurotransmisores no funcionan correctamente o en el nivel en el que deberían hacerlo. Los fármacos antidepresivos aumentan la actividad de los neurotransmisores de modo que las señales cerebrales funcionen de manera eficaz y, como resultado, tu estado de ánimo se estabilice.

Existen varios medicamentos que pueden ayudar a tratar los síntomas de ansiedad, entre los que se encuentran:

* Sedantes, que favorecen la relajación * Antihistamínicos, que estabilizan al cerebro * Bloqueadores Beta


El Tratamiento del estrés

Cualquier tratamiento contra el estrés tiene el objetivo de ayudarte a controlar las circunstancias que lo desencadenan antes de que éste cause problemas de salud más graves.


Para aquellas situaciones en las que el estrés te lleva al enojo, se han diseñado diferentes técnicas que ayudan al control de sentimientos como la ira, tales como terapia de comportamiento cognitivo (TCC).

Existen también grupos independientes de apoyo que están diseñados para ayudar a las personas a reconocer y superar el estrés. Tu médico podrá proporcionarte los detalles de dichos grupos o de los tratamientos que se ajusten a tus necesidades.

Prevención

Ser capaz de identificar las causas del estrés es un paso importante para su prevención, pues conocer los factores que lo desencadenan no sólo te permitirá tomar medidas para evitar sus efectos negativos, sino que te ayudará a reconocer las situaciones en las que sus síntomas se hacen presentes en tu cuerpo.

Existen varias maneras para prevenir el estrés. A continuación, podrás encontrar algunos consejos que podrán resultarte sumamente útiles:

Respiración profunda

En cuanto sientas que los efectos del estrés han llegado a ti, intenta relajar tus músculos con respiraciones profundas. Comienza por la inhalación de tres segundos y luego exhala durante un pequeño lapso de tiempo extra. Esto ayudará a expulsar el oxígeno ‘viejo’ de tus pulmones y sustituirlo con uno nuevo oxígeno para mejorar tu circulación y atención.


Continúa con estos ejercicios de respiración profunda hasta que te sientas tranquilo y listo para continuar lo que estabas haciendo (aunque quizá sea mejor que por un rato suspendas la actividad que te provocó el estrés y distraigas tus sentidos con alguna otra más relajante).

Una alimentación saludable

Es importante llevar una dieta sana y equilibrada, pues está comprobado que los alimentos y bebidas impactan de muchas formas el modo en que te sientes y actúas.

Algunas personas se ven orilladas por el estrés a ingerir alimentos con altos niveles de azúcar, como papas fritas y galletas, lo cual ocasiona en tu cuerpo una saturación de azúcar seguida por una fuerte caída en tus niveles de energía. Esto puede hacer que te sientas cansado o irritable y disminuir tu capacidad de concentración.

Comer en un horario regular y no saltarse las comidas puede hacer una gran diferencia. Esto permitirá que tu cuerpo libere un flujo constante de energía y ayudará a mejorar tu estado de ánimo.

Una dieta equilibrada debe incluir los cinco grupos de alimentos:

  • * Proteínas (presentes en alimentos como la carne, el pescado, los quesos, el tofu, los huevos y frutos secos)
  • * Hidratos de carbono (pan, pasta –de preferencia integral-, arroz y papa)
  • * Los productos lácteos (queso, leche y yogures)
  • * Frutas y verduras
  • *Leguminosas (aceitunas, frijol, habas, etc)

Reducir la cantidad de cafeína y alcohol evitará que los efectos del estrés y la ansiedad se adueñen de tu cuerpo; intenta beber líquidos libres de estas sustancias y opta por jugos y agua. Idealmente, debes tomar entre 6 y 8 vasos (1.2litros) de agua al día.

Ejercicio

Los beneficios del ejercicio son numerosos pues éste no sólo genera la liberación de serotonina -químico natural que te hace sentir feliz y relajado-, sino que también mejora la circulación y previene condiciones tales como accidentes cerebro-vasculares y ataques al corazón. Además, el ejercicio también te permite sacar frustraciones y sentimientos negativos de manera constructiva.

Es aconsejable hacer como mínimo 30 minutos de ejercicio cinco veces a la semana, eligiendo de preferencia aquellas actividades que aumentan los latidos de tu corazón, como correr, nadar y el ciclismo.

Hacer ejercicio es una excelente manera de aliviar el estrés y mejorar en general la salud, al establecer a través de éste un control eficaz el peso corporal.

Si es la primera vez que te ejercitas o si no lo has hecho en un largo tiempo, visita a tu médico de cabecera para una revisión física general antes de comenzar un programa de ejercicios.

Dormir

La falta de sueño es común cuando estamos estresados o preocupados por algo. La dificultad para dormir y el despertar constantemente durante la noche puede entorpecer tu rendimiento y provocar una permanente sensación de cansancio corporal.

Por ello, si tienes dificultad para dormir debes ponerte en contacto con tu médico de cabecera para determinar las causas del estrés que no te permiten conciliar el sueño; él podrá prescribir la medicación indicada para ayudarte a dormir y hablarte de algunos métodos de relajación que te ayudarán a tener un buen descanso.

Dejar de fumar

Contrariamente a la creencia popular, el hábito de fumar no ayuda a combatir el estrés. De hecho, éste puede empeorar y ocasionar severos daños a tu cuerpo.

Dejar de fumar no es fácil, y a un corto plazo puede generar en ti sensaciones de molestia e incomodidad física.

Sin embargo, debes recordar que la irritabilidad y el ansia son señales de que tu cuerpo se está desintoxicando.

Cuando estás estresado tus músculos a menudo se tensan, lo que puede causar dolor y otras molestias físicas.

Relajación

Cuando estás estresado tus músculos a menudo se tensan, lo que puede causar dolor y otras molestias físicas. Cuando te sientas tenso, encoge los hombros e intenta sacudir los brazos y las piernas. Esto ayudará a aflojar los músculos y aliviar el malestar.

Para algunas personas es relajante imaginarse en un lugar pacífico, como una isla desierta o un tranquilo lago. Imagina estar allí y detalla en tu mente el paisaje que le rodea. Un desvío imaginario hacia un medio ambiente calmado te ayudará a distraer el estrés y relajar tu cuerpo.

También puedes ayudar a tu cuerpo a aliviar la tensión dedicando algún tiempo haciendo lo que disfrutas, como darte un baño caliente, leer un libro o escuchar tu música favorita.