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¡El sexo es bueno! Te platicamos todos los beneficios médicos que aporta a tu salud 

El sexo placentero y sobretodo responsable, ofrece múltiples beneficios a nuestra salud tanto física, como mental y emocionalmente. Así, los aportes sexuales no sólo se limitan a la calidad de vida de las personas, sino que también abarcan muchos otros planos como la belleza, el ánimo e, incluso, el bienestar de algunos órganos del cuerpo.

Durante la relación sexual, se incrementan los niveles de serotonina y dopamina, sustancias relacionadas con el humor y el bienestar, relajando y fomentando el sueño, convirtiéndolo en el mejor remedio para el insomnio. Aumenta el autoestima, proporcionando estabilidad emocional haciendo sentir al individuo que lo práctica más querido y atractivo, lo que ayuda a mejorar sus relaciones interpersonales.

Cabe mencionar que, el tener sexo con una sola pareja, en una cultura como la nuestra, fomenta la salud mental de quien lo ejerce, toda vez que, también se encarga de reforzar la relación con la pareja, gracias a que durante el acto sexual, se estimula, entre muchas otras cosas, la producción de una hormona llamada oxitocina, la cual, dentro de sus funciones, fomenta el apego hacia el ser querido, manteniéndola a flote, a través del intercambio de gestos corporales, como el abrazo o el beso; además de que, ayuda a la prevención de enfermedades de transmisión sexual.

Tener sexo es un ejercicio completo

Además, el sexo ayuda a estar en forma ya que durante la relación sexual se queman esas calorías de más. Si bien no sustituye, de ninguna manera, cualquier rutina de ejercicio, diversos especialistas aseguran que, con media hora de sexo se pueden quemar, aproximadamente 85 calorías, ya que está considerado como una actividad física sumamente completa. Los músculos, igualmente, resultan beneficiados porque logran tonificarse con el tiempo, gracias a los movimientos y posiciones que se adoptan durante la práctica sexual que, comúnmente, no se realizan en la vida cotidiana. Los expertos dicen que, mientras se practica el sexo, más de 500 músculos del cuerpo se ponen en funcionamiento.

Los expertos aseguran que, mientras se practica el sexo, más de 500 músculos del cuerpo se ponen en funcionamiento.

Pero, como es de esperar, para disfrutar de dichos beneficios, es necesaria la práctica constante, tal como cualquier otra actividad física lo requiere. El gasto calórico, que se produce durante el sexo, se debe a que en poco tiempo el cuerpo excede su carga habitual de trabajo. Incluso, el roce de los cuerpos genera gasto energético, pues se activa el mecanismo de termorregulación del cuerpo, que acelera el metabolismo y provoca la suduración en exceso, fomentando la eliminación de sustancias nocivas para el cuerpo.

El sexo y un corazón fortalecido

Existe la falsa creencia de que el sexo está directamente relacionado con los infartos repentinos, al contrario, investigadores en Inglaterra comprobaron que, después de monitorear la salud de más de 900 hombres a lo largo de 20 años, tener sexo dos o tres veces a la semana disminuye, de forma considerable, las posibilidades de sufrir un ataque al corazón, a diferencia de aquellos que lo practicaron una sola vez cada ocho días.

Esto gracias a que, la práctica del sexo, se le considera un ejercicio cardiovascular que, entre otras cosas, bombea la sangre más rápido y aumentan la circulación sanguínea por todo el cuerpo y reduce el exceso de colesterol en nuestro organismo, gracias a la producción excesiva de estrógeno, liberando a los vasos sanguíneos y al corazón de agentes nocivos. Igualmente aumenta la oxigenación de todo el cuerpo, debido al incremento de la respiración durante la relación sexual.

Múltiples beneficios a lo largo y ancho del cuerpo

Igualmente, los estrógenos, afectan el comportamiento emocional de la mujer, provocando, en su ausencia, cambios de humor, irritabilidad y episodios de depresión. Si por el contrario, la mujer tiene una sana práctica sexual, el aumento en los estrógenos que esto provoca se convierte en un perfecto tratamiento de belleza para ellas, ya que, dicha  hormona, mejora el aspecto de la piel y el cabello, haciéndolos lucir tersos y cuidados; aún más con el  incremento de la secreción de agua y aceite por parte de las glándulas sudoríparas, purificanado y embelleciendo cada centímetro del cuerpo, lo que genera mayor deseo y gusto, por parte de la pareja.

Tener sexo de manera frecuente, además de lo ya expuesto, provoca una mayor descarga de hormonas que aumentan la producción de anticuerpos que combaten virus y bacterias. Ya que los niveles de inmunoglobina aumentan en más de un 30%, lo que ayuda a combatir las infecciones como la gripe o los resfriados comunes. Igualmente, los varones reducen, considerablemente, el riesgo de padecer cáncer de próstata eyaculando constantemente, y en las mujeres se reduce la posibilidad de sufrir cáncer de mama gracias al aumento de los niveles de oxitocina producidos durante el orgasmo.

Por su parte, la liberación de endorfinas y oxitocina, durante el acto sexual, desconectan, durante varios minutos, las terminaciones nerviosas responsables del dolor, principalmente de cefalea (comúnmente producto del estrés y de la dinámica social actual); también disminuyen los síntomas del Síndrome Premenstrual (SPM) y los dolores originados por la artritis.

En el mismo sentido, libera un poco de los síntomas del estrés, toda vez que relaja y hace olvidar, por algunos momentos, de los problemas y complicaciones de la vida diaria.

Igualmente, se debe tomar en cuenta que, el sexo, ejercido de manera inteligente y responsable, con la ayuda de un método anticonceptivo, evita un embarazo no deseado, reduciendo la posibilidad de caer en el estrés que esto puede ocasionar a quienes no están preparados para ser padres. Lo cual, a la larga, repercute en el estado físico y psicológico del bebé e, inevitablemente, del ambiente familiar.

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