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Los animales resultan ser grandes terapeutas para el ser humano

Varios estudios científicos, hechos en diferentes instituciones académicas y de salud, alrededor del mundo, han demostrado que las mascotas resultan beneficiosas para la salud de sus dueños,  toda vez que, relajan la presión arterial y combaten el estrés, la depresión y la soledad, fomentan la  actividad física, mejoran la salud mental de hombres, mujeres y niños.

Jaume Cañellas Galindo, doctor en Medicina y Cirugía, por la Universidad Autónoma de Barcelona y especialista en Psiquiatría General y Psiquiatría Infanto-juvenil por la Universidad de Montpellier, asegura que, los niños que están en contacto con mascotas, desarrollan sus capacidades sociales, son más empáticos, mejoran su autoestima, comprenden la importancia de respetar, cuidar y querer al prójimo y la naturaleza; además, tener una mascota siempre les ayudará a activar su imaginación y a desarrollar habilidades psicomotoras al jugar, correr, saltar y, en general,  ejercitándose a lado del animal. Sin mencionar, los beneficios que tiene el reír y divertirse con su mascota para la  salud mental de un niño: elimina la tensión, el estrés y el mal humor que, de vez en cuando, adquieren en la escuela o con sus amigos.

Y, en la medida de que la persona crece, los beneficios de contar con una mascota aumenta, sobre todo, si se encuentra en estados de depresión o ansiedad, debido a la dinámica social o laboral que, hoy en día, impera en nuestras sociedades. De hecho, en la Universidad de Missouri, existe un centro médico en el que se estudia la interacción entre las personas y los animales, y el efecto que generan en cada uno de nosotros, lo cual brinda nueva evidencia del impacto positivo que las mascotas tienen en la vida del ser humano.

Rebecca Johnson, profesora de esta universidad, aseguró que las mascotas han mostrado ser de suma importancia para las personas desde tiempos inmemorables, ya que, sirven de compañía y disminuyen los niveles de depresión en tiempos de crisis; igualmente, contar con una mascota, cualquiera que sea, siempre ofrece entretenimiento o distracción ante el dolor de una pérdida, o como terapia de relajación ante alguna enfermedad. El hecho está en que, frecuentemente las personas “hablan” con sus mascotas y comparten con ellas sus pensamientos y sentimientos, disminuyendo así los estados de ánimo negativos como la tristeza, la ansiedad, la ira, la fatiga o, incluso, los pensamientos suicidas.

En realidad, documentan psicólogos y psiquiatras, el trabajo terapéutico con mascotas o animales, la llamada zooterapia,  no es nuevo. Se tienen datos sobre el conocimiento de los griegos acerca de los beneficios a la salud que producía la convivencia con los perros; los egipcios, a su vez, le atribuían a los gatos grandes cualidades, al grado de considerarlos regalos divinos. Fue hasta 1792, en Inglaterra, cuando se fundó un centro para enfermos mentales en el que, muy al contrario de las tendencias de la época, se les dejaba vivir en espacios abiertos, en contacto con la naturaleza y poniéndolos a cuidar de animales como aves, perros o conejos, con el fin de aliviar sus patologías.

Tener una mascota sirve de compañía, disminuye la depresión, ofrece entretenimiento o distracción ante el dolor de una pérdida o de relajación ante alguna enfermedad crónica.

Posteriormente, después de la Segunda Guerra Mundial, principalmente en Estados Unidos y en Europa, se despertó el interés por la relación hombre-animal con fines terapéuticos. Fue así que, llevaron a cabo las primeras experiencias con caballos como ayuda en la terapia de los heridos, y con perros y diversas mascotas de granja como soporte a los tratamientos psiquiátricos. En ese contexto, el doctor en psicología, Boris Levinson, documentó que los animales, como auxiliares en terapias emocionales y físicas, aportaban grandes avances en los pacientes. Sobre todo, en traumatismos emocionales, la regulación de las emociones y el desarrollo de una buena salud mental, aunada a la rehabilitación física de mutilados y amputados. Finalmente, en 1977, se fundó la Organización Internacional de la Interacción Humano-Animal (IHAIAO, por sus siglas en inglés), con el fin de intercambiar las investigaciones al respecto que se hicieran alrededor del mundo.

Fue así que, la psicología y la psiquiatría, poco a poco, aceptaron que es recomendable siempre contar con una mascota en casa, ya sea un gato, un ave, un hámster, un pez, etcétera, ya que su compañía, además de divertir, eliminan el estrés, se abre la puerta a la comunicación con la familia e, incluso, se ha comprobado que las mascotas contrarrestan los efectos del autismo y sirven como terapia para niños con Síndrome de Down.

Una de las principales terapias con animales es la Equino-terapia, la cual, se ha definido, según el Centro Nacional de Equino-terapia en Estados Unidos, como una forma especializada de terapia física que utiliza caballos en el tratamiento de desórdenes del movimiento asociados con varias patologías neurológicas y neuromusculares, tales como, parálisis cerebral, accidentes vasculares en el cerebro, esclerosis múltiple y traumatismos cerebrales.

Igualmente, la Delfino-terapia es, por mucho, una de los apoyos terapéuticos más solicitados en nuestros días. Si bien los delfines no son animales que se puedan tener como mascotas, existen infinidad de parques acuáticos que ofrecen este servicio. El propósito general de una Delfino-terapia es motivacional, aunque se pueden lograr otros objetivos relacionados al lenguaje, motricidad y pensamiento conceptual.

Diversos especialistas han citado que, el sistema de localización sonora de los delfines puede explicar los cambios celulares y tisulares y la influencia en las neuronas vía resonancia, cavitación o sonofóresis, aunado a investigaciones neurológicas; así mismo, el contacto con delfines se fomenta la sincronía entre los hemisferios cerebrales, además de un mayor grado de ondas cerebrales lentas en el espectro de alfa y theta, situación que activa el sistema inmune y auto regula los procesos corporales, como la cicatrización, la digestión o la respiración y la autodefensa de enfermedades como la gripa o la diabetes tipo 1.

Las terapias con pequeñas mascotas o animales también son recomendadas. Animales como conejos, monos, cobayas, perritos de las praderas, ardillas, cachorros de león, suricatas, tortugas de tierra, oseznos, corderos o ponis, pueden incrementar el estado de ánimos de las personas, eliminando el estrés; desarrollar habilidades emocionales, gracias a que son suaves al tacto y causan ternura; además, muchas personas se sienten relajadas con la presencia de este tipo de animales o mascotas, muchos estudios han comprobado que les ayuda inclusive a disminuir la presión en la sangre.

Como se ha leído, tener una mascota en casa o, en su caso, recurrir a los animales, como terapia formal, puede mejor la salud, sin embargo, veterinarios y médicos recomiendan evitar cierto tipo de animales para convivencia diaria; lagartijas, tortugas y otros reptiles, así como de anfibios como ranas y sapos, ya que estos animales suelen ser portadores de la bacteria Salmonella, una enfermedad que puede poner en peligro la salud e, incluso, la vida bebés y los niños de corta edad.

Así mismo, mascotas salvajes como monos, hurones, chinchillas, ya que su instinto carnívoro puede ser peligroso para la salud e, incluso, ser portadores de rabia o cualquier otra bacteria; en el caso de roedores como el hámster, cuyos o ratones blancos, no se recomiendan como mascota de niños pequeños, debido a que pueden peligrar e, incluso, morir, ante la falta de cuidado y mesura de los infantes, situación que, a la postre, puede generar frustración, depresión y tristeza en ellos.

Por último, se debe recordar que, si se decide adoptar una mascota, la responsabilidad del bienestar del animal recae, en última instancia, sobre sus dueños. Se debe garantizar la seguridad, la salud y el cuidado adecuado de éste, ya que, una mascota puede ser una adición maravillosa a su familia, siempre y cuando se le cuide y trate como debe ser. Se recomienda consultar con un médico veterinario para que exponga los cuidados que se le deben procurar al tipo de mascota que guste adquirir, con el fin de ver por la salud de ambos.

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