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Tener cuatro comidas al día y comer lento, consejos para mantener el peso

La obesidad es uno de los problemas más graves que existen en nuestra sociedad. Diversas organizaciones, incluyendo, la Organización Mundial de la Salud, han expresado su preocupación por las altas tazas de obesidad que se registran en el mundo.

Los crecientes casos de obesidad que se registran son producto de un estilo de vida en donde prolifera el sedentarismo y el consumo excesivo de alimentos ricos en grasa y azúcar.

Ante este problema, un estudio realizado por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, encontró que tener cuatro comidas y dos refrigerios al día, además de comer lento, son aspectos que propician el control del peso corporal, en especial, en los jóvenes.

Para lograr este resultado se analizó la información de 2 mil adolescentes que participaron en el estudio Alimentación y Valoración del Estado Nutricional en Adolescentes (AVENA), sondeo nacional sobre salud y nutrición de adolescentes españoles. Todos los participantes tenían una edad de 13 a 18 años.

En dicho estudio, se le pidió a los adolescentes que explicaran sus hábitos alimenticios: cuántas comidas realizaban al día; el tiempo que dejaban pasar de una comida a otra; comían refrigerios; y si consumían refrescos o bebidas azucaradas.

Además de estudiar sus hábitos de alimentación, la investigación analizó la grasa corporal de los adolescentes, midiendo los pliegues cutáneos así como la cintura, para evaluar el riesgo que tenían de desarrollar obesidad.

Comer menos de 4 veces al día o muy deprisa están asociados con mayor cantidad de grasa corporal

Al evaluar los resultados se encontró que los adolescentes que consumían cuatro comidas, dos refrigerios en la mañana y en el mediodía, además de que comían lentamente, eran más delgados en comparación con los adolescentes que se saltaban las comidas, no tenían refrigerios o comían rápido.

Un aspecto importante que destaca el estudio es que los adolescentes que tenían cuatro comidas no se saltaban el desayuno y eran más delgados que aquellos que se saltaban esta primer comida.

La doctora Sonia Gómez, principal autora del estudio, expresa que "el objetivo de nuestro trabajo era encontrar patrones de hábitos de alimentación y actividad física relacionados con la obesidad y que pudieran ser utilizados como medida preventiva de este problema que nos genera y generará problemas a corto y medio plazo".

Argumenta que "nuestros resultados muestran que el consumo de un refrigerio a media mañana, un refrigerio a medio día, consumir más de cuatro comidas al día y pasar un tiempo adecuado en estas comidas son hábitos dietéticos importantes asociados con un nivel más bajo de grasa corporal en adolescentes españoles"

Ante los resultados obtenidos, Gómez expresa que "es necesario poner especial atención a la obesidad durante la niñez y adolescencia porque muchos estudios han revelado que los niños obesos tienen más probabilidades de convertirse en adultos obesos".

La doctora concluye que “como conclusión podemos decir que determinados hábitos como comer menos de cuatro veces al día o muy deprisa están asociados con mayor cantidad de grasa corporal".

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