El cerebro se mantiene más joven si aprendes o practicas otros idiomas
Aprender uno o varios idiomas significa el enriquecimiento en la actividad y masa cerebral, según revelan investigaciones realizadas por expertos del Colegio Universitario de Londres, publicadas en la revista Nature. Mismas que, hacen pensar que las bondades de ser multi-lingüe sobrepasan el tener mayores posibilidades de éxito laboral o poder viajar sin preocuparse de contratar un traductor.
El estudio, llevado a cabo gracias a la acción de escáneres, reveló que, se suele tener más materia gris en la parte inferior de la corteza cerebral parietal si se estudian uno o varios idiomas desde la infancia. Además, los científicos encargados de este descubrimiento, indicaron que cuanto más tiempo la persona tarda en aprender un nuevo idioma, menos modificaciones sufre el cerebro.
Esto gracias a que, aseguran los expertos, el cerebro humano está neurológicamente preparado para desarrollar la capacidad de aprender los cincuenta y dos sonidos de los lenguajes universales, su entonación y sintaxis por lo que, cuando se aprende un nuevo idioma, se activa lo que, por nacimiento, está dispuesto a funcionar, pero que, también está propenso a perderse con la muerte neuronal que, implica el envejecimiento.
Así mismo, la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia indicó, tras su reunión llevada a cabo a principios de este mes que, se ha comprobado científicamente cómo, en las diferentes etapas del aprendizaje, desde bebés hasta los adultos, las personas bilingües tienen mayores capacidades de concentración y aprendizaje.
Las bondades de ser bilingüe sobrepasan el tener mayores posibilidades de éxito laboral, representan tener mucha más actividad cerebral, retrasando su desgaste natural.
Al respecto, la doctora María Teresa Bajo, del Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Granada, comentó que, a pesar de que muchas personas creen que los niños que hablan dos idiomas llevan una vida mucho más compleja. Por el contrario, por aprender, desde pequeños, a separar los idiomas y evitar las interferencias con otro tipo de conocimiento y su correcto uso, logran avances en el resto de su ecuación básica, debido que, se suele aplicar la misma manera de racionalizar y almacenar información en otras materias como las matemáticas o la historia.
Además, agregó que, los niños bilingües son capaces de cambiar de un idioma a otro sin dificultad, difiriendo de quien aprende un idioma de adulto, ya que, ellos mantienen abiertos los dos canales de aprendizaje y evitan “pensar en dos idiomas”; hecho que ejercita su mente, mantiene activa la memoria en todo momento, al tener que recordar reglas gramaticales, vocabulario, pronunciación y/o traducción y desarrolla habilidades de coordinación psicomotriz, relacionadas con la práctica deportiva o musical.
Así mismo, la comunidad latina también ha sido incluida en este tipo de investigaciones. Especialistas del Departamento de Ciencia Cognitiva de la Universidad de California de San Diego, centraron sus estudios en personas cuyo idioma dominante era el español, pero que utilizaban, también, el inglés para otras actividades (laborales o académicas, por ejemplo), con el fin de conocer su actividad cerebral.
En general, la investigación encontró que, al hablar o leer el lenguaje extranjero, el cerebro de cada uno de los voluntarios utilizaba muchas más áreas que las involucradas en procesar el idioma dominante, apuntó Matt Leonard, principal investigador en el estudio.
Utilizando tecnologías no invasivas, tomografías, escáneres y demás registros electromagnéticos, los investigadores registraron la actividad cerebral de hispanos-parlantes mientras leían palabras en español y luego en inglés; mismas que reflejaron, en general, que la práctica de uno o más idiomas activan las áreas clásicas del hemisferio izquierdo fronto-temporal, relacionadas con el aprendizaje, sin embargo, el lenguaje con menos habilidad también involucraba, al mismo tiempo, regiones bilaterales visuales posteriores, implicadas en el pensamiento abstracto. Es decir, se descubrió que, la práctica léxico-semántica de un segundo lenguaje, también, está basada en percepciones sensoriales y no sólo en símbolos abstractos, como sucede con la práctica del lenguaje materno.
Gracias a ello, Leonard expuso que, si bien la hipótesis de que en los adultos la práctica de un segundo idioma es procesado en una manera similar a su lenguaje materno se confirma. También, con su investigación, abre la posibilidad de entender este proceso mental, con el fin de mejorar las técnicas de enseñanza-aprendizaje de cualquier idioma en el mundo, lo cual, haría mucho más fácil adquirir tan indispensable habilidad para encajar en la dinámica laboral que impera en nuestros días.
De la misma forma, aprender un segundo idioma también aporta algunos beneficios a la salud mental de las personas. Ellen Bialystok, profesora de Psicología de la Universidad de York en Toronto, realizó un estudio con 450 pacientes con Alzheimer, de los cuales, la mitad, habían hablado dos lenguas la mayor parte de su vida. En dicho estudio, se comprobó que, los bilingües mostraron los síntomas de la enfermedad entre 4 y 5 años más tarde, como consecuencia de la actividad cerebral llevado a cabo por tanto tiempo. A final de cuentas, afirmó Bialystok, el cerebro es un músculo que, si se ejercita correctamente, permanece en mejores condiciones en contra de cualquier enfermedad o desgaste natural.
Tocante lo anterior, Judith Kroll, del Centro de Ciencia del Lenguaje de la Universidad Penn State, en Estados Unidos, comprobó que aprender un segundo idioma es la mejor forma de mantener ejercitado el cerebro, ya que, abre la posibilidad de manejarse mejor en situaciones de multitarea, es decir, trabajar en varios proyectos al mismo tiempo, al acostumbrar a la mente a pensar ágilmente, adelantarse a responder a situaciones antes de que sucedan, el llamado “pensamiento prospectivo” e, inevitablemente, estar comunicado con muchas más personas, entendiendo a cabalidad lo que exactamente quieren decir, interpretando signos y símbolos de la mejor manera.
Así que, como se ha leído, nunca es tarde para procurar un incremento en sus habilidades mentales de una forma que, también, aportará elementos para el éxito profesional. Aprender o practicar un nuevo idioma es de las actividades más recomendables para cuidar y garantizar una mente sana y joven por mucho más tiempo.